Las corrientes inmigratorias en Argentina

La aventura de los Pioneros

En 1853 se sancionó la constitución cuyo artículo 25 decía: "El Gobierno Federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las artes".
Los presidentes Mitre de 1862 a 1868, Sarmiento de 1868 a 1874 y Avellaneda de 1874 a 1880 fueron quienes fomentaron la inmigración, lograron el afianzamiento del orden institucional de la república unificada y el cambio total de la estructura social y económica de la nación.

La República comenzó a atraer inmigrantes a los que se les ofrecían facilidades para su incorporación al país, pero sin garantizarles la posesión de las tierras; así lo estableció la ley de colonización de 1876, que reflejaba la situación del Estado frente a la tierra pública.
Primeras colonias.

Los primeros ensayos de colonización en el país comienzan bajo el gobierno de Urquiza. En 1855 el médico francés Augusto Brougnes firma un contrato con el gobierno de la provincia de Corrientes, comprometiéndose a traer 1000 familias de agricultores europeos en el plazo de 10 años. Según el convenio, a cada familia correspondería una extensión de 35 hectáreas de tierra para cultivo, y se le proporcionaría harina, semillas, animales e instrumentos de labranza. En 1855 arribaron, creándose centros en Santa Ana, Yapeyú y en las proximidades de la ciudad de Corrientes.
El poblamiento del país comienza en 1857, cuando se creó una "Asociación Filantrópica de Inmigración", de carácter particular, que obtuvo una subvención del gobierno y a la que se le otorgó la concesión de lo que fue luego el "Hotel de Inmigrantes".
En 1875 se crea la Comisión General de Inmigración, y en 1876 se dicta la ley N.° 761, llamada Ley de Inmigración y Colonización.
La primera colonia realmente estable e importante es la Colonia Esperanza, fundada por el infatigable Aarón Castellanos, en Santa Fe, en 1865. Estos progresistas colonos eran en su mayor parte de origen suizo, aunque los había franceses y alemanes.
Los colonos traídos par Juan Lelong fundaron en Entre Ríos una colonia en el paraje denominado Calera de Espiro.
En 1857 Urquiza fundó también en Entre Ríos la colonia San José en la que intervino el francés Alejo Peyret, autor de una verdadera historia de las colonias, publicada en dos tomos con el nombre de "Una visita a Las colonias de la República".
Baradero se convirtió en asiento de una de las primeras colonias, fundada por diez familias suizas, el 4 de febrero de 1856.
Las primeras colonias de galeses se instalaron en Puerto Madryn, en 1865. En 1878 se fundaron colonias en Resistencia (provincia de Chaco).La colonización no siempre fue orgánica, pues en muchos casos los colonos, por falta de organización, sufrieron verdaderas penurias, cuando no se habían tomado las medidas necesarias para recibirlos.
En 1880 se acentuó el carácter de aluvión del "poblamiento" del país.
Las magníficas posibilidades de la República Argentina, las guerras y dificultades europeas atrajeron una fuerte corriente inmigratoria.
Este "poblamiento" no fue seguido de una asimilación inmediata.
El saldo inmigratorio fue de 76.000 inmigrantes en la década del 60 al 70 y de 85.000 en la década del 70 al 80. Sin embargo la distribución tuvo una tendencia definida y la corriente inmigratoria se fijo preferentemente en la zona del litoral y en las grandes ciudades. Solo pequeños grupos se trasladaron al centro y al oeste del país.
Así comenzó a acentuarse intensamente la diferenciación entre el interior del país y la zona del litoral, antes contrapuestas por sus recursos económicos y ahora por diferencias demográficas y sociales. Para tener una idea aproximada de lo que se entiende por este "enorme flujo de inmigrantes" , tenemos que entre 1886 y 1870 el país recibió 160.000 inmigrantes mientras que entre 1881 y 1890 la cantidad de inmigrantes fue de 841.000.
Esta inmigración fue predominantemente de origen latino: español e italiano.
La construcción del ferrocarril creó una importantes fuente de trabajo para los inmigrantes y desencadenó un cambio radical en la economía del país. Buenos Aires fue la principal beneficiaria del nuevo desarrollo económico. La ciudad se europeizó en sus gustos y en sus modas.
Buenos Aires, su población cosmopolita, con arquitectura renovadora, con minorías cultas y activo su puerto. La capital ponía de manifiesto todos los rasgos del cambio que operaba en el país.
De aquel aluvión inmigratorio que sumó alrededor de nueve millones, sólo una parte (aproximadamente cinco millones) tuvo ánimo de quedarse en el país. Sin embargo, muchos de los que soñaban con regresar a su patria de origen, constituyeron su familia en la República y, nacidos los hijos, abandonaron el proyecto del regreso.